No hay mucha evidencia científica al respecto, pero a la vista está que muchos/as de nosotros/as desarrollamos, en mayor o menor medida, una adicción a nuestros teléfonos. Y, como ocurre con muchas drogas, mientras más los utilizamos, más adictos nos volvemos. Existe, además, una cultura “selfie” que alimenta esta adicción. Todo lo que hacemos es material para compartir en redes y las reacciones, los me gusta, los seguidores que ganamos, etc, alimentan esa sensación de recompensa, reforzando la necesidad constante de publicar absolutamente todo lo que acontece en nuestro día a día. Tal vez no todo…
Otra tendencia generada por las redes sociales es la “presentación perfeccionista” (perfectionist presentation). Este es un término que algunos/as psicólogos/as que estudian estas plataformas utilizan para hacer referencia a la tendencia que tenemos los/as usuarios/as a compartir únicamente las partes bellas y estéticamente aceptables de nuestras vidas. De esta manera, se genera una falsa realidad en la que todos/as parecen ser más exitosos/as, tener casas más lindas, disfrutar más de la vida que quienes estamos consumiendo esos contenidos. Esto nos lleva a compararnos y juzgarnos a nosotros/as mismos/as bajo falsos parámetros que colaboran con cuestiones como baja autoestima, estrés, depresión, trastornos alimenticios, entre otras consecuencias. Esta comparación es un proceso automático que no podemos evitar y que, en personas vulnerables (sobre todo en niños/as y adolescentes), puede ser extremadamente dañino para su salud mental. Aunque, en verdad, en mayor o menor medida, nos afecta a todos/as, incluso de forma inconsciente.
Gracias!! Muy bueno!!! Tan real eso de que nos despertamos y encendemos el telefono!!! Tan necesario relajarse y estar con uno solito un rato por dia….sanar comiendo rico, cuidando nuestro cuerpo, haciendo silencio…..siendo agradecido…. Gracias!! Gracias!! Gracias!!
Gracias a vos Myrian! 🙂 Te enviamos un saludo del esquipo de CIPRE